Súplicas del Imam As-Sayyad (P) para la Despedida del mes Bendito de Ramadán” (Segunda Parte)

Recopilación de súplicas del Imam As-Sayyad (P) para la despedida del mes de Ramadán extraídas del As-Sahifa al-Kamilah as-Sayyadiiah.

 

Súplicas del Imam As-Sayyad (P) para la Despedida del mes Bendito de Ramadán” (Segunda Parte)

– Recopilación de súplicas del Imam As-Sayyad (P) para la despedida del mes de Ramadán extraídas del As-Sahifa al-Kamilah as-Sayyadiiah.

29. La Paz sea contigo, ayudante que socorrió contra Satanás, compañero que allanó los caminos de la buena acción.

30. La Paz sea contigo. ¡Cuántos ha liberado Dios en Ti! ¡Cuán felices eran aquellos que observaron el respeto que se te debe!

31. La Paz sea contigo. ¡Cuántos pecados tú borraste! ¡Cuántas clases de faltas tú cubriste!

32. La Paz sea contigo. ¡Que prolongado que fuiste para los pecadores! ¡Qué reverenciado fuiste tú en los corazones de los creyentes!

33. La Paz sea contigo, ¡oh, mes con el cual no pueden competir ninguno de los días!

34. La Paz sea contigo, ¡ oh, mes que en todos los asuntos sólo es Paz!

35. La Paz sea contigo, ¡oh, tú, cuya compañía no desagrada ni su amistosa intimidad es reprochada!

36. La Paz sea contigo, al momento en que tú has llegado a nosotros con bendiciones y nos has limpiado de la contaminación de las malas acciones.

37. La Paz sea contigo, quien no eres despedido con aburrimiento ni tu ayuno es dejado por fastidio.

38. La Paz sea contigo, objeto de búsqueda antes de tu llegada y objeto de pena antes de tu partida.

39. La Paz sea contigo. ¡Cuánta maldad se ha alejado de nosotros a través tuyo! ¡Cuánta bondad nos ha llegado a causa tuya!

40. La Paz sea contigo y con la Noche del Decreto, «que es mejor que mil meses».

41. La Paz sea contigo. ¡Cuánto te hemos anhelado ayer! ¡Qué grande será nuestro deseo por Ti mañana!

42. La Paz sea contigo y con tu generosidad, de la cual nos hemos privado, y con tus bendiciones partidas, las cuales nos han sido quitadas.

43. ¡Oh, Dios! Nosotros somos la gente de este mes, a través del cual Tú nos has ennoblecido y nos has garantizado el éxito a causa de Tu Bondad, mientras que los malvados eran ignorantes de su tiempo y fueron privados de su virtud, debido a su perversidad.

44. Tú eres Quien nos has preferido para conocer sus virtudes, nos has guiado hacia sus tareas y prácticas meritorias, nos has dado éxito, en su ayuno y su permanencia en plegaria, a pesar de reconocer que fuimos negligentes y hemos practicado muy poco de lo mucho.

45. ¡Oh, Dios! Sólo a Ti pertenece la alabanza, en admisión de la mala acción y en confesión de la negligencia. Y para Ti es el remordimiento firmemente tejido en nuestros corazones y la sincera búsqueda de pedir disculpas a través de nuestras lenguas.¡Recompénsanos, a pesar de la negligencia en la cual hemos caído en este mes, con una retribución a través de la cual podamos obtener el beneficio deseado de él y tomemos como compensación las recompensas reservadas y anheladas!

46. ¡Haz que nuestra disculpa sea aceptada, por lo que hemos faltado a Tu derecho en este mes, y permite que la vida que yace delante nuestro alcance al próximo mes de Ramadán! Y una vez que nos hayas hecho llegar a él, ¡ayúdanos a ejecutar la adoración de la que Tú eres digno, haz que emprendamos la obediencia que Tú mereces dándonos éxito para esto y concédenos obras virtuosas, a fin de que podamos cumplir Tu derecho en estos dos meses de los meses (anterior y posterior) del tiempo!

47. ¡Oh, Dios! Si con los grandes y pequeños pecados que nosotros hemos cometido en este, nuestro mes, con las faltas en las que hemos caído y los errores que hemos adquirido, ya sea intencionalmente o por olvido, nos tratamos injustamente en nuestra contra o violamos el respeto de otros, entonces bendice a Muhammad y a su familia, y cúbrenos con Tu cobertura y perdónanos con Tu perdón. No nos ubiques delante de los ojos de quienes se regocijan con el mal ajeno por todo aquello, ni extiendas hacia nosotros las lenguas de los difamadores. Empléanos en aquello que aliviará y expiará todo cuanto Tu desapruebas de nosotros en él a través de Tu clemencia inagotable y de Tu generosidad irreducible.

48. ¡Oh, Dios! Bendice a Muhammad y a su familia. Compensa nuestra desgracia con nuestro mes. Bendícenos en este día de nuestra festividad y del final de nuestro ayuno. Haz de éste uno de los mejores días que hayan pasado entre nosotros, el más grande en la atracción de Tu perdón y el más contundente en deshacerse de nuestros pecados. Y perdona nuestros pecados tanto ocultos como manifiestos.

49. ¡Oh, Dios! Haz que con la partida de este mes abandonemos nuestras ofensas. Haz que con su partida se marchen de nosotros nuestras malas acciones. Y establécenos por ello entre su gente más dichosa, la más completa de ella en proporción y la más colmada de ella en partes.

50. ¡Oh, Dios! Cuando alguna persona observe este mes como debe ser observado, guarde su sacralidad como debe ser resguardada, atienda sus límites como deben ser atendidos, tema sus malas obras como deben ser temidas o busque Tu cercanía, con lo cual se hace obligatoria para ella Tu complacencia y se inclina hacia ella Tu misericordia, entonces ¡danos algo como esto de Tu riqueza y otórganos de esto, múltiplos de Tu generosidad! Porque Tu generosidad no disminuye, Tus tesoros nunca decrecen sino que abundan cuantiosamente, las fuentes de Tu beneficencia jamás se agotan y Tu concesión es de lo más agradable.

51. ¡Oh, Dios! Bendice a Muhammad y a su familia, e inscribe para nosotros el mismo premio de aquel que ha ayunado en él o Te ha adorado en él hasta el Día de la Resurrección.

52. ¡Oh, Dios! Hacia Ti nos arrepentimos en este día de desayuno, el cual has establecido para el creyente como una festividad y una alegría, y para la gente de Tu credo como un tiempo de asamblea y reunión, de cada mala acción que hayamos cometido, cada mala obra que hayamos adelantado o cada mal pensamiento que secretamente hayamos concebido, con el arrepentimiento de aquel que no ampara el deseo de volver al pecado y de aquel que después no retornará a la falta, y con un arrepentimiento sincero libre de toda duda y titubeo. Por lo tanto, ¡acéptalo de nosotros, complácete de nosotros y establécenos dentro de él!

53. ¡Oh, Dios! Provéenos con el temor del castigo conminante y el anhelo de la recompensa prometida, para que nosotros podamos encontrar el placer de aquello por lo cual Te suplicamos y la más fuerte tristeza (castigo infernal) por lo cual nos refugiamos en Ti.

54. Y ubícanos entre aquellos que se arrepienten, aquellos para quienes Tú has hecho obligatorio Tu amor y de quienes Tú has aceptado el retorno a Tu obediencia, ¡oh, el más Justo de los justos!

55. ¡Oh, Dios! Muestra tolerancia hacia nuestros padres y nuestras madres, y hacia toda la gente de nuestra religión, aquellos que se han ido y aquellos que pasarán hasta el Día de la Resurrección.

56. ¡Oh, Dios! Bendice a nuestro Profeta Muhammad y a su familia, tal como has bendecido a los ángeles allegados. Bendícelo a él y a su familia tal como has bendecido a Tus Profetas enviados. Bendícelo a él y a su familia tal como has bendecido a Tus siervos piadosos - y mejor que todo esto, ¡oh, Señor del Universo!- , con una bendición cuyo efecto llegue hasta nosotros y cuyo beneficio nos alcance y a través de la cual nuestra súplica sea otorgada. ¡Tú eres el más generoso de aquellos a quienes se les suplica, el más suficiente de aquellos en quienes se les tiene confianza, el más dadivoso de aquellos cuyo favor es solicitado y «eres poderosísimo sobre todas las cosas»!

Fuente: Abna24