La tragedia de Imam Husain: El relato del martirio de Al-Husain (AS) (Parte 3)

Lo que sigue es parte del libro La tragedia de Imam Husain Del libro “Kitab al Irshad” escrito por Sheij Al-Mufid .

La tragedia de Imam Husain: El relato del martirio de Al-Husain (AS) (Parte 3)

Esta es una selección de los reportes que dan la razón para que él llamara a las gentes para que lo siguieran, y que cuentan acerca del juramento de fidelidad que las gentes hicieron para luchar conél, con un breve relato de su partida y de su muerte.

La traición de los habitantes de Qufah

Reporte de Al-Kalbi, Al-Mada’ini y otros historiadores (1):

Cuando Al-Hasan (AS) murió, los shi’as en Iraq empezaron ahacer planes. Ellos le escribieron a Al-Husain (AS) acerca de deponer a Mu’awiyya y darle a él su juramento de alianza. Sin embargo, él se negó a aceptados y señaló que había unacuerdo y contrato entre él mismo y Mu’awiyya que él no podía romper sino hasta que el periodo del contrato llegaraa su fin. Sin embargo, cuando Mu’awiyya muriera, él exami-naría ese asunto (2).

Cuando Mu’awiya murió -y eso fue a mediados del mes de Rayab en el año 60 H (680)- Yazid escribió a Al-Walid ibn‘Utba ibn Abu Sufyan, el cual estaba en Medina actuando en representación de Mu’awiyya, indicándole que hiciera que Al-Husain (As) le jurase fidelidad a él, y que no le permitiese tardanza alguna en hacerlo. Por lo tanto Al-Walid envió denoche a por Al-Husain (AS) y le ordenó que se presentase anteél. El Imam Husain (AS) estaba consciente de lo que él quería, así que llamó a un grupo de sus dependientes y les ordenó que llevaran armas consigo.

“Al-Walid me ha llamado para que me presente ante éla esta hora de la noche, -les dijo él-. Yo no puedo estarseguro de que tal vez él me imponga algo que yo noesté dispuesto a obedecer. Él es un hombre impredecible, así que permaneced conmigo, sentados a la puerta, cuando yo vaya a verlo. Si vosotros oís que yo levanto la voz, entrad para que evitéis que él haga algocontra mí”.

Al-Husain (As) fue a ver a Al-Walid, y Marwan ibn Al-Hakamestaba con éste. Al-Walid le dio la noticia de la muerte de Mu’awiyya, y Al-Husain (AS) respondió con la fórmula: “A Dios pertenecemos y hacia Él regresaremos”. Entonces Al-Walidleyó en voz alta la carta de Yazid y su orden de que obtuviesede Al-Husain (AS) el juramento de fidelidad.

– Yo no creo que mi juramento de alianza a Yazid en privado sea suficiente, -dijo Al-Husain (AS)-. ¿No preferirías queyo lo diera en público para que las gentes estén entera-das?.

– Claro que si,- accedió Al-Walid-.

– Entonces ve lo que piensas acerca de ello en la mañana,-sugirió Al-Husain (AS)-.

– Ve entonces, en el nombre de Dios, pero ven a nosotros cuando las gentes se reúnan, -dijo Al-Walid-.

– ¡Por Dios! -interrumpió Marwan-, si Al-Husain te deja ahora sin haber dado el juramento de fidelidad, tú nunca ten-drás el mismo poder sobre él sino hasta que haya un grannúmero de hombres muertos entre tú y él. Encarcela al hombre y no le permitas que te deje sino hasta que haya rendido homenaje a Yazid o tú lo hayas ejecutado. A eso, Al-Husain (AS) saltó y dijo:

– ¡Oh hijo de una mujer extranjera! ¿Me mataríais tú o él? ¡Por Dios!, tú eres un mentiroso

Con eso, él salió y se fue acompañado de sus dependienteshasta que llegó a su casa.

– Tú me desobedeciste -dijo Marwan a Al-Walid-. No, ¡porDios!, él nunca te dará la misma oportunidad sobre su vida.

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– Entonces no culpes a otro sino a ti mismo, Marwan -replicó Al-Walid-. Ciertamente, vosotros me habíais escogidopara algo que habría significado la destrucción de mi propia fe. ¡Por Dios!, yo no querría toda la riqueza terrenal niel dominio sobre todo lo que hay entre la salida y la puestadel sol si ello involucrase matar a Al-Husain. ¡Gloria aDios!, ¿he de matar a Al-Husain por haber dicho “yo nojuraré fidelidad”? ¡Por Dios!, yo no creo que en el Día dela Resurrección un hombre que sea responsable de la sangre de Al-Husain pese poco en las balanzas de Dios.

– Si ésta es tu opinión, entonces has actuado correctamente en lo que hiciste -dijo Marwan, sin felicitarlo por su puntode vista-.

Al-Husain (AS) pasó esa noche en su casa. Era la víspera delsábado cuando quedaban tres días del mes de Rayab, en elaño de 680. Al-Walid ibn ‘Utba estaba ocupado enviando a Ibn Al-Zubayr con su juramento de alianza a Yazid y su negativa de acudir a ellos. Ibn Al-Zubayr dejó Medina de noche encaminándose a Meca. En la mañana, Al-Walid envió hombres detrás de él. Envió un grupo de 80 jinetes bajo el mandode un siervo de los Omeyas. Ellos lo siguieron pero no lo alcanzaron, así que regresaron.

Hacia el fin del sábado, él envió hombres a Al-Husain (AS) para traerlo a que jurara fidelidad a Al-Walid en representación de Yazid ibn Mu’awiyya. Al-Husain (As) les dijo: “Veniden la mañana. Entonces vosotros tendréis tiempo para considerar la situación y nosotros también”.

llos lo dejaron sin insistir en que se presentara. Al-Husain (AS) partió bajo la protección de la noche -era la víspera del domingo quedando dos días en el mes de Rayab- y él se encaminó hacia Meca acompañado de sus hijos, los hijos de suhermano (Al-Hasan) y sus hermanos. Estaban con él la mayoría de la Casa (la familia del Profeta -PBUH-), excepto Muhammad ibn Al-Hanafiyya, que Dios tenga piedad de él.

Cuando este último supo de su decisión (de Al-Husain) de dejar Medina, él no sabia a dónde tenía intención de ir. Le dijo:

– Hermano mío, tú eres la persona más querida para mí y elmás amado de todas las gentes. Yo no podría dar consejoa criatura alguna excepto a ti mientras que tú tienes másderecho a ello. Evita dar el juramento de fidelidad a Yazid ibn Mu’awiyya y evita los pueblos mientras puedas. En-tonces envía a tus mensajeros a las gentes y convócalas aque te sigan. Si las gentes te juran fidelidad, alabado sea Dios; si las gentes acceden a seguir a alguien que no seastú, Dios no hará tu religión ni tu razón deficientes por causade ello, ni Él quitará tu hombría y mérito relevantes por ello. Sin embargo yo temo que entres a alguno de esos pueblos y que las gentes difieran entre sí: con un grupo a tufavor y el otro en contra. Ellos pelearían y tú serias unblanco para la primera de sus lanzas. Entonces, el mejor de toda esta comunidad, en persona, en padre y en madre, seria el único en ello cuya sangre seria injustamente derramada y su familia humillada”.

– ¿A dónde debo ir, hermano?, -preguntó Al-Husain (AS)-.

– Ve y quédate en Meca -contestó él-, si esa base es segurapara ti será un medio de ganar fuerza. Sin embargo, si sevuelve peligrosa para ti, entonces debes tomar para los desiertos y las cimas de las montañas y moverte de un lugar a otro para que puedas ver cómo se desarrolla la actitud de las gentes hacia el asunto. Tu mejor juicio será hecho cuando te enfrentes directamente a los problemas.

– Hermano, -replicó Al-Husain (AS)-, tu has dado consejo yhas mostrado tu interés. Espero que tu juicio sea correctoy venturoso.

Al-Husain (AS) partió para Meca recitando:

«Entonces él partió mientras que se mantenían alerta. Él dijo: “¡Señor mío!, sálvame de las gentes injustas”» (3)

Él se mantenía sobre el camino principal, y los miembros desu Familia sugirieron:

– Si evitaras el camino principal, como hizo Ibn Al-Zubayr, el grupo de búsqueda no podría seguirte.

– No, ¡por Dios!, -contestó él-, yo no lo dejaré sino hasta que Dios juzgue lo que Él quiera.

Cuando Al-Husain (AS) entró a Meca, su entrada ocurrió la víspera del viernes 3 del mes de Sha’ban. Al entrar recitó:

«Y cuando él partió para Madina, dijo: “quizás miSeñor me guiará para el Camino Recto”» (4)

Entonces él se quedó allí y los habitantes de la ciudad empezaron a visitarlo frecuentemente, como hacían los que teníanque venir para hacer la peregrinación menor (‘umrah) y otrasgentes de muy lejos. Ibn Al-Zubayr se había asentado allí, cerca de la Kaaba, donde solía pararse a rezar y a realizar elrecorrido alrededor de la Kaaba (tawaf). Vino a visitar a Al-Husain (AS) junto con los otros que venían a visitarlo. Él solíaacudir a verlo cada tercer día, y a veces entre los dos días.Era la más problemática de las criaturas de Dios para Ibn Al-Zubayr, el cual se daba cuenta de que las gentes de Hiyaz nole jurarían fidelidad a él (en representación de Yazid, a quien Dios maldiga) en tanto que Al-Husain (AS) estuviese en la ciudad. Él (AS) era más capaz de obtener la obediencia de la gente y era más respetado.

Notas:
1-En realidad el relato sigue la narración de Ibn Al-Kalbi como ha sido reportadopor At-Tabari, 11, 216-381. At-Tabari usa tres versiones, pero Al-Mufid sigue laversión de Ibn Al-Kalbi sólo una vez adoptando otra versión. En partes laversión de Al-Kalbi es resumida por Al-Mufid, y partes de ella son omitidas,pero en mucho Al-Mufid sigue fielmente esa versión.
2-Esta explicación, sorprendentemente, no está incluida en la versión de At-Tabari, para dichas cartas Cf. Al-Baladhury, “Ansab Al-Ashraf”, II, 151-2.
3-Corán, 28:21
4-Corán, 28:221

Fuente: es.shafaqna.com