Ramadán 2020 en tiempos del coronavirus: La Misericordia Divina que nunca termina

Bajo el aislamiento de la pandemia del coronavirus,

 

Ramadán 2020 en tiempos del coronavirus: La Misericordia Divina que nunca termina

COVID-19, llega este Ramadán 2020, correspondiente al noveno mes del calendario islámico lunar, un mes del perdón y de la misericordia divina, en el que fue revelado el Sagrado Corán, y en donde también es obligatorio el ayuno, como un pilar de fe del islam, el cual también es celebrado por más de mil 800 millones de personas que profesan el Islam en el mundo y suponen un 22 por ciento de la población global (2), mes que sin lugar a dudas debe ser dedicado a la entrega, al amor al prójimo, a la caridad, y sobretodo ahora más que nunca un mes dedicado a la súplica, a la oración, a la auto reflexión y la humildad ; pues en resguardo al contagio de este virus que ya ha infectado a más de 2,5 millones de personas en todo el mundo, superando los más de 175.000 decesos, de acuerdo a la OMS (Organización Mundial de la Salud)(3), institución que pidió a los países evitar que un gran número de personas se reúnan en lugares asociados a las actividades del Ramadán como, los rezos en mezquitas, las reuniones en comunidad y otros eventos asociados, es que este año, los musulmanes realizarán estás actividades propias de esta mes bendito dentro de sus propios hogares consientes de la necesidad de aislamiento social y de quedarse todos en casa.

Un Ramadán sin grandes reuniones en las comidas de la noche (Iftar(4)) con las que se rompe el ayuno, sin reuniones entre amigos, vecinos y familiares hasta bien entrada la noche, como se lo acostumbraba hacer en años anteriores, un Ramadán sin las oraciones en Comunidad; pues los rezos en mezquitas se han cancelado para evitar reunir a grandes grupos de personas, sin embargo esto no impide que este Ramadán en tiempos del coronavirus sea de entrega profunda hacia “el otro”, los humildes y más necesitados; pues debemos recordar que entre las más importantes prácticas obligatorias de este mes están el ayuno; y entre las prácticas recomendables están la recitación del Sagrado Corán, las prácticas de las noches de Qadr, la lectura de diversas súplicas, la acción de arrepentirse, dar de comer a los demás (al romper el ayuno) y ayudar a los necesitados, entre otras. Al respecto el Profeta (BPUH) dijo: (Ramadán) es el mes, cuyo principio es misericordia, su mitad, es el perdón, y su final, la emancipación del fuego (del infierno). Bihar al-Anwar, vol. 93, pg. 342.

Así también el Imam Hussein (AS) dice:

“Dios ha ordenado el ayuno para crear igualdad entre el pobre y el rico y para que el rico pruebe el sabor del hambre; y así tenga compasión y misericordia del pobre”.

Y el confinamiento no será impedimento para que se puedan realizar súplicas, dúas, y todo el sacrificio en nombre de los más oprimidos del mundo, como lo hemos manifestado países como Yemen, Palestina, Nigeria, Siria, Paquistán, Cachemira; o tantos otros donde también se celebra este mes bendito de Ramadán para ponerse en los zapatos de los otros donde esta pandemia está golpeando a los países más vulnerables en estos momentos como los pueblos de Latinoamérica (Abya Yala) donde las personas viven del día a día; pues esta endemia está teniendo un efecto socioeconómico disruptivo, ya que se han cerrado colegios y universidades en más de 124 países, (lo que ha afectado a más de 2200 millones de sujetos en etapa escolar), además que un tercio de la población mundial se encuentra confinada, con fuertes restricciones de movimientos, que les impide su trabajo diario y el flujo de sus ingresos, como lo ha manifestado el Programa Mundial de Alimentos, donde señala que unos 265 millones de personas en países de ingresos bajos y medios se encontrarán bajo seria amenaza a menos que se tomen acciones para paliar el hambre agravada por las consecuencias de la pandemia (5); sin lugar a dudas este Ramadán 2020 en tiempos del coronavirus, será sobre todas las cosas el tiempo en la reflexión y en la comprensión de los “necesitados”; pues es otra de las bendiciones a las que conlleva el ayuno, es decir, permitir que el ayunante comprenda el dolor y las dificultades por las que pasan las clases más desposeídas de la sociedad.
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Y sobre el ayuno del mes de Ramadán que es considerado como uno de los pilares del Islam, el Ayatolá Sistani, en su fatwa sobre el ayuno de Ramadán en tiempos del coronavirus, enfatizó que la obligación de ayunar durante el mes sagrado del Ramadán es un deber individual, y cualquiera que tenga las condiciones para hacerlo, debe ayunar independientemente de si es obligatorio para otros o no, y si un musulmán teme que el ayuno, incluso al observar todas las medidas de precaución, cause la infección del Coronavirus, se elimina la obligación de ayunar por cada día que esa persona teme infectarse con esta enfermedad y después del mes Ramadán debe compensarlo. Pero si puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de modo que las personas sabias no creen que sea algo importante; aunque permanezca en casa o no se mezcle con los demás, use mascarilla y guantes médicos, observe protocolos de seguridad, y de sanidad, y si no hay dificultades severas e insoportables, la obligación de ayunar no se elimina (6).

Al mismo tiempo Ayatolá Jamenei, líder supremo de Irán, en su Fatwa, sobre el ayuno durante la pandemia del coronavirus, señaló que el ayuno es un acto Wayib (obligatorio) y una bendición para las personas, porque es uno de los fundamentos de la elevación y la perfección espiritual y había sido obligatorio para las personas antes del advenimiento del Islam, dijo el Líder, enfatizando los grandes efectos positivos del ayuno, incluida la purificación del alma y el fortalecimiento a las dificultades.

“El Ayatolá Jamenei dijo en Fatwa que no se permite omitir el ayuno en el mes sagrado del Ramadán a menos que esté seguro de que podría causar infección o intensificar la enfermedad o prolongarla” (7).

Por todo ello, este mes bendito de Ramadán en tiempos del Coronavirus, cobrará mucho más importancia en todo sentido, porque no solamente se realizará el ayuno tan esperado, que consiste en no ingerir ningún alimento, ni bebida desde la salida del sol hasta la entrada de este; sino que también se realizará a la par buenas acciones, que deben ir acompañados con el buen comportamiento, tarea tan difícil de cumplir, pero tan eficiente para crecer espiritualmente, además que sobre todas las cosas en estos tiempos de pandemia se deberán poner en los zapatos de los que tienen hambre; es decir de los más oprimidos, de los más necesitados, en este periodo deberá acrecentar la empatía hacia ellos, por eso el Profeta señaló en este mes:

“Recordad, por medio de vuestra hambre y sed en este Mes, la sed y hambre del Día de la Resurrección. Dad limosna a vuestros pobres e indigentes; respetad a vuestros mayores y tened misericordia de vuestros niños; fortaleced los lazos con vuestros parientes; retened vuestras lenguas (de aquello que no se debe decir), cerrad los ojos ante aquello que no es lícito para vosotros mirar y alejad vuestros oídos de aquello que no es lícito para vosotros escuchar; y sed benevolentes con los huérfanos de la gente para que sean benevolentes con vuestros huérfanos (una vez que hayáis partido)” (8).

Que este Ramadán 2020 sea el verdadero viaje de purificación y sacrificio espirituales en favor de los más necesitados del mundo, que sea en verdad la brisa de la Misericordia Divina, en aras de cambiar el corazón y el alma.

Notas:

1- Escritora, Periodista, Profesora e Investigadora Boliviana, miembro de la Asociación de Investigadores en Comunicación y Educación para el Desarrollo (AICED) La Paz-Bolivia.

2- https://es.shafaqna.com/2019/05/06/ramadan-2019-autorreflexion-y-suplica-por-los-oprimidos-del-mundo/

3- https://www.rtve.es/noticias/20200422/mapa-mundial-del-coronavirus/1998143.shtml

4- El iftar, se refiere a la comida nocturna con la que se rompe el ayuno diario durante el mes islámico del Ramadán. El iftar durante el Ramadán se hace de manera comunitaria, con grupos de musulmanes que se reúnen para romper el ayuno. El iftar tiene lugar justo después del maghrib (puesta de sol). Tradicionalmente, el primer alimento que se consume al romper el ayuno es un dátil.

5- https://www.elmundo.es/internacional/2020/04/21/5e9dd582fdddff1f758b45fd.html

6- https://es.shafaqna.com/2020/04/20/la-importante-fatwa-del-ayatola-sistani-sobre-el-ayuno-de-ramadan-en-tiempos-del-coronavirus/

7- http://spanish.khamenei.ir/news/3809

8- www.islamoriente.com “El sermón del Profeta sobre el mes de ayuno, Ramadán: ¡Oh, gente!, por cierto, que he venido hacia vosotros el mes de Dios con bendiciones, misericordia y perdón”; (16/6/2015).

Fuente:es.shafaqna.com