Sobre Ashura (Parte 2)

Sobre Ashura (Parte 2)

 Hay personas cuyo cuerpo crece, madura y envejece pero su intelecto no lo hace. Un ejemplo de ello fue el caso de un compañero del Imam ‘Ali de nombre Huzama, en la batalla de Siffin, acompañando al Imam en aquella oportunidad y pasando el Imam por la tierra de Karbalá, vio que ‘Ali, la paz sea con él, se detuvo y rezó dos ciclos de oración en ella, luego el Imam tomó un puñado de polvo y le habló diciendo que será bendita por la sangre del Hussain, la paz sea con él y que de ella surgirán en el día del Juicio, hombres que irán al Paraíso sin cuenta. Huzama escuchó estas palabras y guardó silencio. Cuando estuvo con su esposa le contó lo que había visto hacer y decir al Imam. Su esposa, le dijo, no puedo entender el significado de su acción y dicho en esa tierra, pero solo sé que el Imam ‘Ali no miente ni habla en vano. Pasaron los años y este hombre para su desgracia militaba ahora en las fuerzas de Iazid y de Omar ibn Sa’ad, los enemigos de la Casa Profética. Que Dios nos cuente entre aquellos que mueren siendo musulmanes y estando en el camino de la fe verdadera, inshallah. Cuando encerraron al Imam Hussain y a sus hombres en el desierto de Karbalá, este hombre, Huzama, recordó de golpe la oración de Ali, y de cómo le habló a la tierra. De pronto fue como si un grueso velo de ignorancia y de oscuridad se corriese y comprendió que estaba en las filas de aquellos que el Imam había señalado como la gente del infierno que se opondrían al Imam de su época, a su hijo, el Imam Hussain, la paz sea con él. Se apartó de las filas de la gente del ejército que respondía al falso Califa, Iazid y se dirigió al campamento del Imam Hussain, la paz sea con él. Le contó al Imam lo sucedido. El Imam le dijo, ahora que has comprendido la verdad, qué harás. ¿Lucharás conmigo para defenderme? Huzama respondió: No lucharé contigo ni contra ti porque tengo hijos pequeños que atender. El Imam le dijo entonces, vete lejos de aquí porque juro que si llega la hora que me ataquen y aquel que escucha mi voz pidiendo ayuda no lo hace, Dios lo enviará al infierno.

Dios nos libre de llevar una forma de vida alejada del Imam de modo que cuando llega la hora de la definición no tenemos la resolución , el amor y la fuerza suficiente para estar a su lado y nos aferramos al mundo ilusorio y pasajero.

Por otra parte, Karbalá muestra el ejemplo de muchos niños que sin tener desarrollo y madurez corporal, alcanzaron un grado significativo de madurez intelectual y de fe. Tal es el caso de un hijo de un compañero del Imam Hussain de nombre Yunad que en Karbala tenía solo once años. Su padre fue uno de los primeros mártires el día de Ashura. Su hijo pronto quedó huérfano. Con sus once años se presentó al Imam y le pidió permiso para combatir. El Imam conmovido por este pequeño gran hombre le dijo: Hijo, tu madre ha quedado sola, está muy afligida y te necesitará a tu lado, puede que ella no esté de acuerdo con que tú seas martirizado, ve y habla con ella. El niño le dijo, Oh Imam, ella me ha ordenado venir a pedirte permiso para combatir. La haula ua la Quata illa bill LLahi al áliul al azim. El niño entonces fue a enfrentar a los asesinos de su padre con una ropa de combate que aún le quedaba grande. No tardó en caer mártir y unirse a su padre. Los enemigos desalmados, sin un mínimo rastro del Islam que decían representar con sus bocas, le arrojaron la cabeza del niño a su madre. La madre la besó e hizo du’a (súplica) para su hijo.

Dios otorgó el intelecto a los seres humanos, cuando este se desarrolla y perfecciona el ser humano reconoce a Su Señor y se somete a Él y le adora, buscando Su satisfacción en este mundo y no desobedeciéndolo nunca.

Es por el intelecto y no por otra cosa que el hombre encuentra su sentido para existir y la finalidad de su creación. Por él como el profeta interno será juzgado así no haya escuchado a ninguno de los profetas externos.  Los locos no tienen juicio ni condena en ningún sistema legal en este mundo ni en el otro. Los niños que no distinguen el bien y el mal, es decir que no tienen desarrollado su intelecto tampoco. Los demás no tenemos más remedio que desarrollar el intelecto más de lo que nos ocupamos de desarrollar nuestros deseos corporales o al menos no menos. De lo contrario, seremos como las bestias o peor.

Cuentan que un día el gran filósofo Avicena, caminaba por una calle. En ella había un grupo de niños jugando. Producto de sus juegos y correrías, levantaron mucho polvo y eso molestó a Avicena que nervioso los recriminó. Uno de los niños le dijo, ¡¿tú te molestas y te pones nervioso por un poco de polvo que levantamos mientras  jugamos nosotros que somos niños, cómo harás el día que el polvo te llene la garganta y se te meta en los ojos en tu tumba?! Avicena se quedó tieso como si hubiera caído un rayo. Se quedó un rato sin poder decir nada, mirando a ese niño. Cuando recobró el habla le pidió a ese mismo niño un consejo. Este le contestó que yo no puedo aconsejarte, soy un niño. Pero Avicena insistió, sabiendo que no era cualquier niño. Finalmente el niño ante la insistencia de Avicena le contestó: pregunta a tu intelecto. A tu conciencia. Como diría el Imam As-Sadiq, la paz sea con él, júzgate antes de que te juzguen. Haz lo que te gustaría que te hagan y no hagas lo que no te gustaría que te hagan. Sí, todos los hombres tendrán que responder ante este profeta interior. Salvo los locos que serán exceptuados.

Hay un dicho del Imam As-Sadiq, la paz sea con él, que augura a los visitantes del Hussain el Paraíso y además podrán tomar de la mano a quienes quieran para llevarlos al Paraíso. Todo ese tiempo y esfuerzo hecho para ir a visitar al Imam, será recompensado en este y el otro mundo. Dios lo libera del cómputo de sus acciones en ese trayecto de ida y de regreso. La súplica que haga junto a la tumba, bajo la cúpula será respondida por Dios. Quien esté lejos también puede sumarse a los visitantes leyendo para el Imam la ziarat Ashura.

Los Imames nos previnieron, sobre el día en que el hiyab sea abandonado por parte de las mujeres. Los hombres parezcan mujeres y las mujeres hombres. Las leyes de Dios se modifiquen haciendo legal lo prohibido y prohibido lo legal. Hoy vemos que las drogas, el alcohol, el ataque a los países para saquear sus recursos,  la usura, la homosexualidad se extienden y se legalizan, el pudor se abandona,  el gobierno de los ricos y poseedores del dinero se consolida, en lugar del de los sabios, la destrucción del medio ambiente, todo ello ocurre. Los Imames nos dijeron que ese día las aflicciones descenderán como la lluvia hasta que aparezca el eje del mundo, el Restaurador, el Salvador. Mientras tanto, durante su ocultación, el Imam Mahdi, que Dios apresure su venida, dijo: Man kana minal fuqaha (quien es de los sabios), Saenan binafsihi (conserva su alma pura), mujalefan lihauahu, (se opone a sus deseos mundanales), muti’un li amri Maulahu (es obediente de Su Señor), falila’uamin an iuqalliduhu  (el resto de los hombres deben obedecerlo). ¿Hermano cómo estás viviendo para cuando nos llegue indefectiblemente el momento de la definición y el Imam en cualquier rincón de nuestra vida nos diga, lucharás a mi lado? Eso no se contesta con palabras, sino con todo el ser, y si el ser no se preparó, irremediablemente se alejará de su Imam como el desgraciado de la luz. Dios no nos permita abandonar a nuestro Imam ni por un momento.

Fuente: islamorinte

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