Dice Dios Altísimo en el Sagrado Corán, en el capítulo 16, aleya 97, La Abeja: “A quien haga el bien, hombre o mujer y sea creyente, le daremos una vida buena y le recompensaremos según lo mejor que haya hecho”.
Una vida buena, la mejor, es la que leemos en la ziarah de Ashura, Dios mio, haz que mi vida sea como la de Muhammad y su Familia y mi muerte como la de Muhammad y la de su Familia. El mismo du’a que leemos en las festividades de ‘Idul Fitr, e ‘Idul Adha: “Hazme entrar en todo bien que has hecho entrar a Muhammad y a su Familia y apártame de todo mal que has apartado a Muhammad y a su Familia”.
El Imam Rida, la paz sea con él, dijo que yo garantizo a quien haga la ziarah (la visita al Imam Husein, la paz sea con él), la respuesta de Dios.
Toda la vida buena es para quien es creyente y tiene dos ejes: la fe y las buenas acciones. Musulmanes hay muchos, creyentes pocos. El Imam As-Sadiq, la paz sea con él, dijo el musulmán es como el Haram, el recinto sagrado en la Meca, pero el creyente es como la Ka’aba. Quien está en la Ka’aba está en el Haram, pero no al revés. El creyente tiene condiciones. La fe del creyente no es otorgada por Dios a cualquiera. Se narra que el Profeta miró a la Ka’aba y dijo: Oh Ka’aba, ¡qué honor y dignidad que posees!, pero, ¡por Dios que el creyente tiene aún más dignidad que tú! El creyente es, dice el Sagrado Corán, aquel que cuando se recuerda a Dios se estremece, tiembla su piel.
El creyente recuerda dos cosas y olvida dos cosas. Recuerda a Dios y a la muerte y olvida las cosas buenas que hizo para los demás y lo malo que le hicieron. Perdona mucho como su Señor. Y perdona mucho como espera de su Señor ser perdonado.
El Sagrado Corán y el Mensajero nos recomiendan recordad mucho a Dios. En todas partes, en todo momento, en soledad, en el mercado. El Profeta cuando entraba al mercado decía: Me refugio en Dios de Satanás el maldito. El mercado es como el templo donde es adorado Satanás por muchos. Cuánto se miente, cuánto se esconde, cuánto se engaña, cuánto se ambiciona, el instinto es exacerbado.
Hay un hadiz que nos recomienda en soledad, cuando se prepara el terreno o la situación para cometer pecado, que aumentemos especialmente el recuerdo de Dios en ese momento. Dios nos ve, nuestro Imam nos ve. A él se le entregan nuestras acciones todos los jueves por la noche (noche del viernes) y si no lo ofendemos podemos ser objeto de su súplica especial. Por eso es recomendable el jueves a la noche estar en la casa de Dios para que nos perdone y nos encuentre donde ama, y tener más posibilidades de que la súplica del Representante de Dios nos abarque.
Una vez un hombre se presentó al Imam As-Sadiq, la paz sea con él y le dijo mi hermano es tan piadoso y es tan precavido que está dudando hasta de ti de que seas Imam, no tiene certeza, quizás no lo seas dice. Mi hermano es muy piadoso…! El Imam le dijo, recuérdale el río de Balj. Cuando le dijo al hermano que el Imam As-Sadiq me dijo cuando le dije que tenías tanta piedad que hasta dudabas de su condición de Imam, me respondió que recordaras el río Balj. El hombre se estremeció y quedó callado. Luego dijo: Ya no tengo dudas de que él es el Imam. Luego agregó, una noche íbamos por el rio en una barca y se averió en una zona llamada Balj. Tuvimos que detenernos y éramos solo tres personas, un hombre que conducía la barca, una sirvienta y yo. El hombre se fue a buscar con qué arreglar la barca y esa noche quedé solo con esa sirvienta. Entonces Shaitán me atacó y no me pude contener. Pensé que nadie me veía y nadie se enteraría. Acordamos no decir nada y de esa manera protegernos. El Imam estando en Medina no pudo haberse enterado más que por su condición de hombre de Dios.
Le dijeron a un Imam, ¿el mundo es como la mitad de una nuez en tu mano? Dijo el Imam así es por permiso de Dios.
No estamos solos cuando creemos que lo estamos, además de Dios y el Imam, también están los dos ángeles custodias y escribas de nuestras acciones y además, todos los miembros de nuestro cuerpo hablarán por orden de Dios en el Día del Juicio y dirán la verdad sin agregar ni quitar nada. Como decía el Ayatullah Bahyat, no es broma que nuestros miembros sean testigos… Además la tierra hablará, las paredes, todo. Decía el Imam Jomeini, si el hombre entendiera que está ante la vista de Dios en forma permanente esté donde esté, y lo entendiese con su corazón, no solo con su mente, no se animaría a pecar. Cuando pecamos es por falta de fe y convicción, no mental, sino del corazón.
El creyente acrecienta su fe con la lectura del Sagrado Corán. Dicen que el Imam Jomeini, aprendió el Sagrado Corán de memoria a la edad de diez años. Dicen que Habib ibn Mathaher, uno de los mártires de karbalá que tenía ochenta años recitaba un Corán por día. El Imam de la mezquita hoy contó acá en Qom que él conoce quien recita todo el Corán cada dos días. Acá mismo en Qom, hoy en día! Por supuesto son memorizadores.
Dijo el Imam As-Sadiq, la paz sea con él, no es apropiado para el creyente morir sin aprender el Corán.
Decía el Profeta a Salmán. Ia Salmán ‘aleika bitilauati al Qorán, Oh Salmán dedícate a recitar el Corán. La lectura del Corán es kaffaratu liddunub, perdón de los pecados ua satri minal ‘uiub, cubierta de los defectos.
Los creyentes se encomiendan mucho a Dios. Dios sabe más de nosotros que nosotros mismos. Dios es más misericordioso con nosotros que nuestra madre y nuestro padre, nos ama más. Los creyentes confían en Dios.
El creyente atiende a los pobres. Dijo ‘Ali, la paz sea con él. Cuando el Mensajero de Dios ascendió a los cielos, Dios le habló y le dijo: Ia Muhammad, Mi amor está con el amor a los pobres, pues acércalos a ti, a tus reuniones, me acercaré a ti y aleja de ti a los ricos. Obviamente alude a los ricos arrogantes, no a los que gastan su dinero en el camino de Dios para agradarle como Jadiya con quien el profeta se casó con la Satisfacción de Dios.
Cuando gente pobre invitó al Imam Hussain a comer con él al costado del camino, no solamente se sentó a comer con ellos sino que luego los invitó a todos a su casa.
El profeta dijo a ‘Ali, Dios te ha agraciado con un gran regalo. Ha puesto el amor a ti en el corazón de los pobres y oprimidos y les satisface que seas su Imam (guía hacia Dios). Para conquistar el corazón de los pobres y que acepten el liderazgo no solo para obtener ventajas en este mundo sino también para obtener la Satisfacción de Dios hay que estudiar la vida de los modelos como el Imam ‘Ali y los profetas, no hay modelos mejores y más completos para una guía real y verdadera.
Los creyentes atienden a la oración, no la descuidan. Cuidado con aquellos que no rezan, pues es una de las causas que conduce al infierno, tal como lo dice el Sagrado Corán. Los hombres son probados en varias cosas, una de ellas es en la adoración. ¿Cómo obedecemos a Quien nos provee de todas las bendiciones que gozamos incluso cuando le estamos desobedeciendo? Si me agradecen dice Dios en el Sagrado Corán, les aumentaré.
¡Dios!, lava nuestros pecados abundantes con Tu recuerdo y el recuerdo de tu amado, el Imam Hussain, la paz sea con él. Fortalece nuestro corazón con las lágrimas de Muharram, el mes del martirio del señor del los mártires y de los jóvenes del Paraíso.
Fuente: islamorinte
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